Dejamos NYC y siguiendo con nuestro viaje, llegamos a Canadá. Paramos en Montreal donde vimos la “Notre Damme” canadiense, el palacio de congresos (muy colorido), el Castillo Belvedere, el barrio antiguo, el espectacular estadio Olimpico (lamentablemente un poco abandonado) y The Village. Todo muy afrancesado, he de decir, para mi gusto.
La siguiente parada fue Ottawa, capital de Canadá. La verdad, para ser una capital de un país como Canada me decepcionó un poco. Es pequeíña y, salvo las “casas del parlamento” y la zona conocida como “The Market”, no hay mucho que ver o que hacer. Menos mal que solo pasamos un día…
La cuarta y ultima “estación” fue Toronto, una ciudad donde tenóía muchas ganas de ir y que no me decepcionó en absoluto. Todo lo contrario. Desde la impresionante CN Tower hasta su “Eaton Centre”, todo en Toronto te deja con buena sensación de boca (a nada que seas un poco cosmopolita)
Desde lo alto de su espectacular CN Tower se pude contemplar todo Toronto. Rascacielos por un lado, que te hacen saber porque es la ciudad financiera de Canadá, y una basta extension de edificios y calles por otro que te hacen tener la sensación de estar ante una de las capitales del mundo. Una vez abajo, desde el puerto, puedes coger un ferry que te lleva a “la isla” o “Toronto Island”, una isla donde se puede vivir más tranquilo que en la gran ciudad y a tan solo unos metros de ella. Desde esta isla se pueden contemplar unas espectaculares vistas del “skyline” de Toronto.
Dejando de un lado el centro financiero, como asi lo llaman, pudimos disfrutar del punto más “consumista” y “cosmopolita” de la ciudad. Es la plaza Dundas, en la interseccion de las calles Yonge y Dundas. Es esa ubicación, la que te recuerda donde estás. Un punto muy parecido a Picadilly Circus, Times Square o salvando las distancias, la misma plaza de Callao. En cuanto a arquitectura se refiere, destacaría el antiguo ayuntamiento: un bonito edificio de piedra a escasos metros del Eaton Center ( uno de los centros comerciales subterraneos más grandes que uno pueda visitar). Finalmente visitamos Church Street, corazon de barrio Wellesley de Toronto, uno de los barrios gays más famosos de Norteamerica.
Y hablando del barrio y de “Church Street” no me gustaría finalizar este personal resumen de mi periplo por tierras americanas sin haber mencionado la visita que más especial fue para mi en Toronto. Se trata de varias visitas que se pueden englobar en una: las que hize a las localizaciones de la serie: “Queer as folks”. Logicamente varias de ellas, tuvieron lugar en el barrio arriba mencionado.
Fue especial ver el bar Woody’ s, el que varias veces visitaban los protagonistas de la serie. Este se encuentra en Church Street, que en la serie se llamaba “Liberty Street”. Todo seguidor de la serie puede reconocer esta calle y mas concretamente el bar por el toldo y las escaleras que llevan a el, escenario de mas de una toma.
Woody' s Church Street
Aunque quizas lo más "auténtico" fue bailar en la verdadera “Babylon”, aunque en realidad se llama “Fly nightclub”. El interior permanence fiel a como uno lo recuerda de la primera temporada de la serie. A la derecha de este club hay un callejon en el que transcurren varias escenas.
Fly Nightclub ("Babylon")
Además de estas dos visitas, las más significativas, también estuve frente al portal de Bryan y el restaurante donde trabajaba la madre de Michael (y comían a menudo los protagonistas). Se que estaba por alli también el gimnasio pero no llegué a ir a verlo. Y en cuanto a la tienda de comics de Michael, fuí pero lamentablemente, ya no era una tienda de comics (aunque lo habia sido hasta hace muy poco tiempo).
Casa de Bryan Dinners
Y esto es todo amigos… como diria Bugs Bunny. Estas han sido mis vacaciones. Espero que hayais disfrutado de las vuestras tanto como yo lo he hecho !!
