Este fin de semana aparte de largo, por el puente, ha sido muy extraño.
Madrid ha sido atacado por muchos jóvenes y no tan jóvenes que venían de alguna de las muchas provincias que rodean a la comunidad capital. Unos venían a hacer turismo.Otros han venido para salir de marcha, y entre estos, estaban ella: las polígoneras bailarinas.
Todo empezó sobre las dos de la mañana:Estába yo con unos amigos tomando unas copas en Estudio 54 y de repente la vimos: allí estaba. Subida sobre el escenario, con un vacio inmenso alrededor y aires de gran diva de la música, bailaba contoneándose y mirando con deseo y lujuria a su alrededor. Era "La Chelo". Uno de los niños perdidos la descubrio y no pudo evitar avisarnos al resto de su presencia. Vestía una inmensa falda negra y unas botas de plástico gris que parecían sacadas de un mismísimo mercado callejero de un suburbio de Londres. Su pelo era una melena grasienta y un top negro que disimulaba mínimamente sus prominentes lorzas. Ella no estaba delga ni tenía cuerpo para lucir sobre el escenario pero a ella no la importaba. El alcohol y su afán de exhibicionismo hacían el resto. No pudimos dejar de mirarla, ella nos animó la noche con su coreografía estudiada y típica de reponedora del Carrefour.
No bastándo con esta experiencia digna de recordar, cuando la pandilla de niños perdidos y yo, nos encontrábamos en el siguiente local, esta vez La Boite descubrimos para nuestro horror que el espectáculo se repetía: Tres "Chonis" que creían ser las mismísimas "Alazán" bailaban al unísono y vestidas con similares trapos sobre el escenario del local. Eran tres, a cual más "pintoresca": eran "La Jenny", "La Vane" y "La Lore". Las tres con el pelo negro azabache, tops blancos que apretaban sus fornidas carnes, minifalda negra y corta y botas altas de amazona. Por un momento, creímos que una de ellas estaba embarazada. ¿Quién sino iba a ser "rellenita" y atreverse a subirse a un escenario a bailar delante de decenas de perfeccionistas más preocupados por su imágen que por seguir respirando? "Las polígoneras". Y además éstas eran "poligoneras bailarinas".
Las hay de muchas clases pero casi todas de la misma clase social: la obrera. Son poligoneras porque viven en los polígonos industriales de las provincias o en los adyacentes a Madrid. Podrían ser hermanas pequeñas de Aída, son mariliendres al uso y entre las cualidades de las que carecen se encuentra la vergueza. Tiene muchos nombres: "La Vane, la Jenny, la Lore, la Chelo, La Jessi...
Claro que, cuando ya quedaba poco de noche y creyéndo que lo habíamos visto todo, apareció otro personaje en escena: "el Johna". Este era otro "polígonero" que con una "cogorza" de espanto se tambaleaba de un lado a otro del escenario y de vez en cuando se subía la camiseta enseñando su barriga cervezera para desagrado del personal. Es espectáculo que dan estos son incluso peores que el de ellas, pero sin duda: digno de ver y ser admirado.
En fín, pese a toda esta "fauna" suelta de "las polígoneras" o "las periféricas" como las llama Campanilla, por pertenecer a la periferia tanto de Madrid como de la cordura, me lo pasé muy bién. Gracias al niño Atreyu por comentar conmigo las hazañas de las poligoneras y al resto de los niños perdidos que nos acompañaban. Fue una noche muy divertida.
¡ Feliz semana !
09 diciembre 2007
La panda de las poligoneras bailarinas
Publicado por Peter Pan en 11:36 p. m.
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1 comentario:
Esto es lo bueno que tiene no salir por la noche a recorrer antros. No ves ni a los unos, ni a los otros. Sólo ves a quien te apetece ver! ;)
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