15 enero 2007

GORDA o el mundo es superficial




Hoy he visto GORDA, una obra de teatro que se representa en Madrid y donde trabaja una amiga.
Ella ha estado estupenda y el resto de actores también. Lo siento Elena, no iba con doble sentido, estaba siendo sincero y con “estupendo” me refería a la calidad artística de los cuatro no hacía ninguna referencia a las dimensiones de tu cuerpo. Si, amigos, es que Elena es gorda. No está rellenita ni le sobran unos kilos no, es gorda. Y claro, en un principio cualquiera diría que ser gorda no es nada malo y que hay muchas cosas peores, que las hay, pero no es tan liviano. Y si aún queda alguno que siga creyendo que lo es, que acuda al teatro a ver esta representación.

Elena intenta llevarlo con la mayor naturalidad posible aunque ya se ha resignado a estar sola. Estar sola es, la única salida que ella ve a su vida para no hacerse daño hasta que conoce a Toni . Toni es para Elena como un rayo de esperanza. En él Elena ve a alguien que se fija en su sonrisa, y que ríe con ella sin fijarse en las redondeces de su busto. O eso cree ella. El amor entre ellos es una prueba. Una prueba contra la frivolidad del mundo y contra la mirada superficial del ser humano. Lo intenta. Lo intenta pero sin querer lo esconde. Se hace daño a él mismo pero sobre todo hace daño a Elena que ya tiene bastante con ser gorda como para que encima el ser al que ama la esconda del mundo exterior. Alex, su compañero de trabajo se ríe de ella. Su ex novia Blanca la trata como una mujer de segunda categoría. Los deseos de Toni de normalizar la relación fracasan continuamente . Elena sufre por que la sociedad no la acepta como gorda. Y no solo a ella sino a todas las que como ella, disfrutan de la libertad y tienen una talla extra grande. Las ganas de gustar y el deseo del derecho a ser amada lleva a la protagonista a prometer hacer dieta, ir al gimnasio e incluso a someterse a una reducción de estómago. La mirada crítica y superficial del mundo y la sociedad en la que vivimos lleva a Elena a querer poner en riesgo su propia vida para gustar. Y uno en este punto, y casi concluida la obra, se pregunta: ¿De verdad somos así?

Desgraciadamente GORDA tiene mucho de verdad y poco de mito.
Es cierto que lo que enamora y conquista almas está en el interior de cada uno de nosotros pero es como un gran y delicioso dulce guardado con gran celo en una caja sellada. Las hay de muchos tipos y colores y en cada uno está el querer abrirlas y ver si dentro contienen tan ansiado dulce. Si sólo se abren las cajas más bonitas probablemente nos perdamos muchos dulces.

Peter

1 comentario:

Anónimo dijo...

Agridulce, pero brutalmente real...Real como la vida misma!