¿El peso de la fama?

Primero fue Hillary Swank. Ganó un oscar, luego otro, y convertida en una de las mejores actrices de Hollywood no pudo sino hacer sombra, gran sombra, a su marido de por aquel entonces: Chad Lowe (hermanísimo del famoso Rob Lowe). No pudiendo quizás aguantar el peso de la fama de su mujer, Chad acabó divorciándose de la actriz. Pasaron algunos años y el mundo creyó que esta ruptura de un matrimonio tan avenido podía haberse tratado de una simple casualidad.



Sin embargo, algún año más tarde, otra pareja con muchas cosas en común también se rompió tras un merecido Oscar de la academía. Se trata de la que formaban Reese Whitherspoon y su marido Ryan Phillipe. Eran guapos, jóvenes, y muy bien avenidos hasta que la "maldición" del Oscar o de la fama rompió su idílico romance. Un caso más de el peso de la fama en los "maridos" de las nuevas grandes estrellas.
Pasaron varios años más, y hace unos días se ha vuelto a anunciar la ruptura de otra pareja bien avenida (aunque en los últimos meses ya no tanto). Guy Ritchie y Madonna se separan.

Ella no ha ganado un Oscar pero sí un globo de oro. Ha tenido éxito en todas sus facetas: música, cine, moda... El en ninguna. No ha producido ninguna película digna de mención. Tienen un hijo en común: Rocco y querían salvar el matrimonio. Guy, como Chad y Ryan no han podido soportar el peso de la fama y el éxito de sus mujeres. Soy yo, o ¿suena un poco a orgullo machista? No pasa nada cuando el hombre es el famosísimo (David Beckham y Victoria Adams, Ben Affleck y Jennifer Garner, Will Smith, Jada Pinkett Smith ... etc) No pasa nada cuando uno de los conyuges es famosísimo en una pareja homsexual (Elton John y David Furnish o Ellen DeGeneres y Portia de Rossi). Sin embargo cuando se trata de una pareja heterosexual y la mujer tiene más éxito que el hombre, la relación acaba en los tribunales. En fin, una reflexión solo sobre el peso de la fama. El peso de la fama hollywoodiense.