Estas navidades he vuelto a Bilbao.
¿Qué puedo decir de Bilbao? Una muy buena amiga, mi querida C, me insistía en que escribiera un post sobre Bilbao, Vizcaya, mi tierra. Me preguntaba cómo es que, hasta ahora, no había escrito sobre la ciudad donde nací y viví 25 años de mi vida. Mis mejores 25 años.
¿Qué puedo decir de una ciudad donde he vivido tantas cosas y tenido tantas emociones? ¿Qué puedo decir de una ciudad que me ha dado tantas alegrías y me ha visto vivir tantas experiencias? Bilbao, con su ría y su ayuntamiento como testigo me vieron por primera y única vez enamorarme. Fue en la parte trasera de la estación de Abando al amanecer después de haber pasado toda la noche “de fiesta” cuando nos preguntamos: ¿Qué hacemos mañana? ¿Vamos al cine? Y esas preguntas dieron lugar a una bonita historia con altibajos que duraría casi 4 años. Lamentablemente no pudo ser por querer perseguir un sueño, pero Bilbao fue testigo y causante de aquella historia que marcaría y marcó el resto de nuestras vidas.
Bilbao es una ciudad con rio. Y siempre me han gustado las ciudades con rio. Bilbao no es lo que era y con el tiempo se ha ido adaptando al avance del tiempo. Bilbao se ha modernizado y con su Guggenheim, su palacio de exposiciones, y su paseo junto a la ría ya no es la ciudad industrializada que fue cuando vivía en ella mi juventud. Bilbao me trae recuerdos inolvidables. Recuerdos que duelen y recuerdos que se clavan con nostalgia en lo más hondo de mi corazón e impiden que sane la herida que infructuosamente intenta cerrarse.
En Bilbao, viví muchas experiencias. Fui a partidos en “La Catedral” en uno de los cuales vi al Athletic clasificarse entre los 5 primeros equipos de la liga nacional. Estudié una carrera que me encanta y a la que dediqué cinco años de mi vida en la universidad de Deusto que vigila atentamente la ría y fue testigo desde el primer día de la creación del museo Guggenheim. Tantas vivencias vividas en la Universidad que es imposible olvidarlas.
En Bilbao he perdido gente tan importante y me queda gente tan importante que es imposible hacer balance del dolor por los ausentes y el dolor por los que añoro cada día. En Bilbao tengo gente a la que quiero y que me quiere. Tengo a mi familia, que son lo más importante y prioritario. Tengo a mi familia y a otra gente. Gente que siempre está ahí y se que estará en cualquier momento que la necesite. Gente como C., o como D. que sin ser familia y a pesar de los años y las experiencias vividas, sé que son de las pocas personas a las que uno puede llamar amiga sin equivocarse.
Bilbao me llama con nostalgia. Bilbao me hiere con agudeza. Bilbao me trae tantas memorias y tanta añoranza hacia tiempos pasados. Hace años alguien me pidió volver a Bilbao pero no estaba preparado. Necesitaba vivir experiencias y ver mundo. Necesitaba vivir en ciudades más grandes y “conquistar torres más altas”. No me arrepiento. Sin embargo, hoy, creo que si estaría preparado para volver a la ciudad que vio impasible transcurrir los 25 años más bonitos de mi vida.
27 diciembre 2008
Bilbao en mi
Publicado por Peter Pan en 5:24 p. m.
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2 comentarios:
Me has vuelto a emocionar... Ahora creo que debería conocer Bilbao...
Feliz año en la Tirra... y en Nunca Jamás.
bonito post...
...nada, hay que volver a "Bilbado" aunque sea en fiestas!!!
Salu2
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