Es muy importante reclamar. Primero, porque estás en tu derecho y segundo, porque no es normal ni justo que nos engañen como a un chino. Y esque las compañías, se rien de nosotros cuando nos intentar engañar, que es casi siempre, y no reclamamos y nos tragamos el engaño.
El otro día estuve viendo una obra aqui al lado de casa, en La Cuarta Pared, que se llamaba Rebeldías posibles y que va precisamente de eso: de reclamar. Trata de un hombre que decide reclamar a una compañía telefónica y que conoce a varias personas que también a su vez, tienen algo que reclamar. Nuestros protagonistas reclaman y reclaman y al final su empeño tiene sus frutos. Para mi esta obra, que me gustó mucho, tiene una moraleja bien definida: el que reclama al final tiene su recompensa a pesar de tener que sufrir para conseguirla.
Os voy a contar una historia verídica, diferente a la de la obra de teatro, que también es verídica. Una muy buena amiga mia, L., fue a una tienda de empanadas. En el exterior decía: "Se hacen empanadas en una hora". Mi amiga fue todo contenta a pedir unas empanadas para un cumpleaños al día siguiente. La respuesta que obtuvo por la empleada fue:
- "Ay, no va a poder ser. " "Esque está la chica sola..."
Y mi amiga pensó: "Bueno, ¿y a mi qué?" Y le pidió la hoja de reclamaciones pero no tenían.
El caso es que te prometen una cosa que luego no cumplen. Mi amiga, todo decidida puso una reclamación en la OCU (Organización de consumidores y usuarios) y al de unas semanas la llamó la dueña del establecimiento. Esta fué su primera recompensa. Se disculpó y la prometió una empanada gratis. Igual se pensaban que no iba a ir, pero mi amiga, que es de armas tomar, fué. claro que fué. El caso es que cuando llega, le dice otra empleada:
-"Ay, esque no va a poder ser."
A mi amiga le sube una cosa por el cuerpo... que "pa qué". Respira, cuenta hasta diez y le dice a la empleda: "- Mira guapa. Esque no lo has entendido. Llama a tu jefa...". Al cabo de un rato la llaman al movil y la dicen que si. Que tiene su empanada lista en menos de una hora. Su segunda recompensa.
Y esque... hay que reclamar. Yo reclamé hace unos meses a una conocida compañía de transportes por el trato y nulo servicio que me dieron y conseguí al menos, una carta de disculpa. No es nada, lo sé. Pero por lo menos mi conciencia quedó un poco más tranquila.
Sin embargo, el domingo volviendo a casa me pasé 45 minutos para poder acceder a una de las estaciones de la misma compañía porque de 4 máquinas que había 3 estaban estropedas. La que quedaba libre admitía solo cambio exacto y no tarjetas. No había ventanilla. Debía haber reclamado.
Total, a partir de ver la obra de teatro, vivir el incidente del pasado domingo y conocer la historia de mi amiga, he llegado a la sana conclusión de que tenemos que reclamar. Luchar, persistir, encabezonarnos, y en definitiva, no dejar, que las compañías nos tomen el pelo y se salgan con la suya.
16 septiembre 2008
Reclama reclama
Publicado por Peter Pan en 6:49 p. m.
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2 comentarios:
Soy de los de reclamar.. pero a veces canbsa tanto y no creo que la mayoría se solucionen.. hay gente que lleva años reclamando.. y reclamará mi l años más..... la cosigna de las teleoperadores es.. "NO pasar a nadie con cargo superior o despido". Reclamo pero vamos.. yo ahoar reclamo un empelo jejeje alguien me lo da?? jejejeje
Que te reclamen es malo, pero no tener hojas de reclamación es aun peor. De todas formas, en el 90% de las reclamaciones no trascienden porque suelen ser fruto de calentones, y para colmo el que reclama se complica la vida exagerando las cosas e inventando detalles.
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