11 septiembre 2008

Retraso

En un dia como hoy, 11 de Septiembre...

Yo entiendo, que después de un retraso de casi 4 horas, los pasajeros de un vuelo están enfadados. Entiendo que estén disgustados y que no estén de buen humor. Lo entiendo. Pero también entiendo que deberían pararse a pensar porqué es dicho retraso y en el hecho de que las 4 horas no les afecta solo a ellos, sino también a la tripulación que opera dicho vuelo.


Sucedió ayer. Estaba aburrido como una ostra en un sofá ojeando una revista y con mi “teléfono de imaginarias” (stand by / guardias) colgado en el cuello cuando me llaman para operar un vuelo a Zurich. Ida y vuelta. Hasta ahí bién. El problema es que el vuelo que se suponía tenía que haber venido de Zurich para recoger a los pasajeros que estaban en Londres había tenido un problema técnico y se había tenido que quedar allí para que lo solucionaran. Por si esto no era suficiente, un vuelo anterior con destino Zurich había tenido que darse la vuelta y volver a Londres porque había humo en la cabina. Dos. No una sino dos fatalidades que hicieron que los pasajeros que esperaban en Londres tuvieran que esperar un poco más. Había que buscar un avión disponible para realizar dicho vuelo y además había que llevar a los pasajeros del vuelo que había vuelto a Londres. Se consiguió un aparato más grande y tras esperar a que los pasajeros del frustrado vuelo pasaran aduanas y volvieran a facturar y a cruzar “seguridad” de nuevo, realizamos el embarque. El vuelo que tenía que haber despegado a las 15:15 despegó finalmente a las 19:30. Yo entiendo que es una “putada” y que sienta mal, pero… después de lo acontecido en Madrid el pasado 20 ¿no es un poco más entendible? ¿No son mejor unas horas de retraso que volar en un avión que no está en condiciones? ¿No es entendible que ante la aparición de humo en la cabina un avión tenga que darse la vuelta y volver a la base? Sinceramente creo que sí a todo. La mayoría de los pasajeros fueron excelentes. Hasta bromearon con nosotros, y le quitaron un poco de “hierro” al asunto. (“Si este avión, no llega a Zurich, me quedo a vivir en Londres”)Sin embargo, un par de comentarios a destacar. Sirviendo el servicio de bebidas, un “tipo” de unos 50 años, con gafas me dice:

-“Aún no he escuchado las disculpas del comandante por el retraso y por haberse equivocado diciendo que solo llevábamos hora y media de retraso”. “No se nos ha dado una explicación.. etc, etc”

Al intentar explicarle lo sucedido no me dejaba hablar así que mi compañera prometió pasar el mensaje y seguimos adelante. Al parecer el mismo comentario había venido de otro pasajero. ¿Es culpa del comandante que el avión tuviera un problema técnico y que hubiera humo en la cabina del otro vuelo?
Además, otro pasajero, bastante “lumbreras”, preguntó a una compañera: “¿Qué hay de malo en que haya humo en la cabina?” ¿Qué hay de malo? Que haya un fuego oculto tras los paneles del avión por ejemplo.
El caso es, que el comandante se disculpó por su error y cuando volví a recoger las mesas miré al pasajero que había pedido tan fervientemente las disculpas del comandante y ni me miró a la cara.
Como decía al principio, yo entiendo el estado de ánimo de los pasajeros en una situación como estas pero, sin embargo, también entiendo que nos deberíamos parar a pensar un poco en las causas del retraso. Nos deberíamos parar a pensar un poco en que es proritario si llegar en hora a toda costa, o llegar bien. Y nos deberíamos parar a pensar que los tripulantes del vuelo, ya sean técnicos o de cabina, también están sufriendo el retraso y además ellos están haciendo su trabajo.
¡Felizes vuelos!

4 comentarios:

Victor Ayerbe dijo...

Hay gente que no aprende ni con los accidentes. Vale que el comandante se disculpe por lo menos en nombre de la compañía... pero de ahí a "qué tiene de malo humo en cabina"... las aerolíneas deberían plantearse hacer un test psicológico a algunos pasajeros antes de embarcarlos.

Nils dijo...

el problema es que parece que sólo piensan en sí mismos y que los problemas acaban y empiezan en tanto que les toca a ellos y no a los demás. ya me gustaría que algún hijo suyo tenga que llegar a casa, después de seis saltos en un día, a las 3 de la madrugada, cinco horas después de la hora prevista, con ganas de morirse como le pasa a muchos tripulantes de cabina... me ponen de los nervios!

Isabel Sira dijo...

La gente nunca se pone en el lugar del otro. Trabajo con atención al público y jamás quieren comprenderte y, lo peor, es que cuando estoy del otro lado casi nunca pierdo los papeles, con lo que menos entiendo el que se enfada conmigo o con cualquiera de mis compañeros por algo de lo que no tenemos culpa... En mi caso, prefiero el retraso en el vuelo, pero sabiendo que el avión está en perfectas condiciones.

Anónimo dijo...

Pasajeros así hay en todas partes, por desgracia. Recuerdo aquél vuelo en que tuvimos que aterrizar a mitad de trayecto en un pequeño aeropuerto francés porque un pasajero se había puesto enfermo. Típico caso de vida o muerte, con el AED(desfibrilador) de por medio. Cuando dejamos al enfermo en manos médicas y despegamos ya por fin para el destino final hubo incluso pasajeros que se quejaron porque llegaban tarde y truncaban sus reservas de taxis que seguro les esperaban para recogerles. Y también los hubo que se quejaron porque no les servimos comidas, ya que una emergencia médica no nos permitió hacerlo. EGOISTAS!! les daba igual que se muriera un hombre....