Este fin de semana ha sido muy especial. Fui a Granada donde me reuní con mis amigos, y la verdad es, que aunque fueron menos de 48 horas, mereció la pena. He redescubierto Granada. Ya era una de mis ciudades favoritas, pero este fin de semana se ha consolidado tal honor. El domingo al mediodía fuimos "de tapas" y después a dar un paseo hasta el mirador de Sán Nicolás desde el que se ve la Alhambra. Las tapas, las mejores de España, o por lo menos las más grandes. Es una manera de comer de una manera barata al mismo tiempo que pruebas las famosas "tapas" que todo el mundo conoce de nuestro país. Las hay para todos los gustos, pero sin duda las hechas con "pan tumaca" (pan untado con tomate), las de tortilla de patata, bocaditos de jamón serrano o "patatas ali-oli" son de las más típicas. En ningún lugar de España he visto tapas más grandes. Además, en ciertos bares puedes elegir la tapa, y todo esto por tan solo apenas euro y medio que te cuesta la bebida. (cañita, clara o tinto de verano suele ser lo más típico ésta cuestión). Luego, y después de habernos "puesto finos" de tapas consistentes en: "tabla de quesos", "patatas alí-oli", jamón serrano y gambas a la plancha, nos fuimos a dar un paseo. Comenzamos por una visita a la catedral, donde están enterrados los reyes catolicos. La catedral, una de las más bellas de todas las catedrales que tenemos en el país. Una vez concluida la visita, salimos y nos dirigimos al mirador de Sán Nicolás, subiendo entre las calles de Albaicín, calles preciosas llenas de casas blancas encaladas decoradas con artesanía típica de Granada. El olor a cocina granadina que venía de los balcones, y la belleza urbanística de algunas de las casas hacían impensable el estar en otro sitio. Estabamos en Granada, la ciudad andaluza más vinculada al mundo árabe y reina junto a Sevilla de la belleza de la comunidad. Llegamos al mirador, y la vista era impresionante. La Alhambra se extendía frente a nuestros ojos como gran castillo medieval ante la vista de la plebe que lo contempla desde la lejanía. Rodeada de verde, podíamos ver sus torres y sus paredes marrones que rezuman historia por los cuatro costados. Para quien aún no haya estado en sus interiores, es visita obligada. La Alhambra, una de las bellezas más deslumbrantes de España.
Luego,bajamos del mirador y nos encaminamos al barrio árabe, donde se encuentran todas las teterías y tiendas árabes de lámparas, ropa y regalos. Aunque no he estado aún en Marruecos, es como un pequeño zoco marroquí que alterna los puestos callejeros con los locales típicos donde poder disfutar de las mas variadas infusiones. En cualquiera de estas, puedes disfrutar de té, batidos especiales o fumar de la popular "cachimba". Ahi nos reunimos para acabar la tarde antes de que nuestros maravillosos guias, la hermana de mi amigo Karlos y su marido, tuvieran que dejar Granada. El ambiente de las teterías es muy especial. La decoración de éstas y la música hacen sentirse al visitante como si estuviera en el propio Marruecos. Finalmente, por la noche fuimos "de tapas" de nuevo.
Lástima que pronto llegara el lunes y tuvieramos que abandonar tan preciosa ciudad en tan bello conclave. Pero lo bueno es, que Granada seguirá estando ahí, para poder disfrutar sus calles, sus tapas, su Alhambra, sus teterías y sus gentes. Por ello, los que no hayan estado, deberían visitarla pronto. Y los que ya hemos estado, no deberíamos tardar mucho en volver a hacerlo. Merece la pena. Hasta pronto Granada.
Peter
P.D. La foto que se incluye es una de las fotos tomadas se una de las viviendas en el camino hacia el mirador desde el que se ve la Alhambra.
22 marzo 2006
Granada:tapas y belleza moruna
Publicado por Peter Pan en 2:00 p. m.
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1 comentario:
Lástima que pronto llegara el lunes y tuvieramos que abandonar tan preciosa ciudad en tan bello conclave.
¿CONCLAVE?????????????????
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